Almacenar en un almacén fresco y ventilado.
Mantener alejado del fuego y fuentes de calor.
Es necesario sellar el embalaje y almacenarlo separado de oxidantes y álcalis fuertes, y evitar el almacenamiento mixto.
Utilice instalaciones de iluminación y ventilación a prueba de explosiones.
Está prohibido utilizar equipos mecánicos y herramientas propensas a generar chispas.
La zona de almacenamiento debería estar equipada con equipo de tratamiento de emergencia contra fugas y materiales de almacenamiento adecuados.