Almacenar en un almacén fresco, seco y bien ventilado.
Mantener alejado del fuego y fuentes de calor.
Evite la luz solar directa.
El embalaje debe estar sellado y protegido de la humedad.
Debe almacenarse separado de oxidantes y álcalis y evitar el almacenamiento mixto.
Equipado con la variedad y cantidad adecuada de equipos contra incendios.
El área de almacenamiento debe estar equipada con materiales adecuados para contener la fuga.